Mi parto a pesar de ser por cesárea programada fue bonito, muy rápido y mi marido pudo estar junto a nosotros en el quirófano, mi bebé nació muy bonito y lo pudo tener en brazos mi marido a los minutos de nacer. Luego pasamos los tres juntos a la sala de reanimación y pudimos estar mi bebé y yo piel con piel y comenzamos con la lactancia.
Aunque nada fue como me hubiera gustado, tengo que agradecer que en todo momento el trato fue agradable y respetuoso, sobretodo gracias a mi ginecologa Tania Manrique Gómez que nos trató de la mejor forma, siempre estaremos agradecidos por su empatía, cercanía y cariño que nos mostró en nuestro momento inolvidable.
Respecto al momento de la epidural, no noté apenas nada, le tenía mucho miedo pero la verdad que aunque preferiría un segundo parto sin epidural, si tuviera que pasar por lo mismo pues lo haría, al final la recompensa es tan buena que se olvidan los esquemas que nos hacemos y sólo deseas que todo salga bien y tener a tu bebé en brazos.